“La obsolescencia planificada (también conocida como obsolescencia programada) es el proceso por el cual un producto o servicio se vuelve obsoleto o no funcional tras un período de tiempo calculado por el fabricante.”
La sociedad de hoy en día vive sumida en un mundo de mentiras provocada por algunos empresarios y fabricantes, cuya única meta es tener una buena política económica con el fin de ser un mundo más próspero. Los fabricantes hacen creer a los consumidores que los productos que están comprando son de muy buena calidad, pero al cabo de unos años, estos productos dejan de funcionar ya que es como si tuvieran una fecha de caducidad.
El tiempo de vida de muchos productos podría ser mucho más largo, un claro ejemplo sería la bombilla que se encuentra en el parque de bomberos de Livermore, ciudad del estado de California. Esta bombilla lleva luciendo nada más y nada menos que 110 años sin interrupción, no como las bombillas actuales que están diseñadas para que luzcan durante 1000 horas.
Durante los años veinte se fabricaron bombillas de larga duración, pero estas no duraron mucho en los mercados ya que fueron retiradas por los fabricantes. Estos se dieron cuenta que las ventas descenderían. Debido a esto, los ingenieros tuvieron que fabricar nuevas bombillas, pero en este caso tenían que durar mucho menos que las anteriores. Todo ello se llevó a cabo sin tener en cuenta el trabajo de estos, ya que se habían invertido muchos años para poder llegar a inventar una bombilla con tales características.
Lo malo, que esto no solo sucedió en el mundo de la iluminación sino también en el mundo textil. Una cosa similar a lo de las bombillas ocurrió en este campo con la invención del nailon, se dieron lugar medias que eran prácticamente irrompibles. Para las mujeres de aquella época era algo maravilloso e increíble porque estaban cansadas de que se les rompieran, ya que las tenían que llevar a diario. Pronto estás magníficas medias fueron retiradas del mercado y se tuvieron que diseñar nuevas medias con materiales más débiles, por lo que duraban mucho menos.
Con el paso de los años esta política se ha ido implantando prácticamente en todos los campos del comercio, y como todo ciclo de la vida, los residuos tienen que ir a parar a algún lado. En el caso de los productos tecnológicos (como los ordenadores) van a parar a Ghana, un país del continente africano. Este se ha convertido en el vertedero de todos los residuos tecnológicos del mundo. Allí van a parar ordenadores de la EE. UU., Canadá, España, Inglaterra, etc; es decir, de todos los países desarrollados. Y por si no fuera poco, no solo perjudican al medio ambiente, sino también a las salud de los habitantes de ese país.
Espero y deseo que con el paso del tiempo nos demos cuenta que la manera de vivir que tenemos de “comprar, tirar, comprar” no nos va a llevar a ningún lado, sino a ir acumulando cada vez más residuos que no van a poder ser eliminados, y si se pudieran eliminar, llegarían a producir una enorme cantidad de contaminación. Además, podríamos ahorrar mucho más dinero si esta política cambiara.
Aquí adjunto el documental de "Comprar, tirar, comprar" de RTVE, gracias al cual me he podido documentar sobre este tema.
Crisitna R.
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