Al igual que cualquier otra industria, la industria farmacéutica tiene un fin lucrativo. Para conseguir este beneficio económico, se encarga de aportar soluciones al campo de la salud, combatiendo enfermedades y minimizando sus síntomas; por lo que crea y distribuye sustancias químicas que cumplen dicha función.
Hasta este punto todo se desarrolla con normalidad; el problema surge cuando las grandes compañías anteponen los intereses económicos a los sanitarios.
Este vídeo no solo me ha impactado, sino que ha cambiado por completo la idea que tenía de los grandes laboratorios.
Ventana externa
Personalmente, tiendo a desconfiar de cualquier teoría que venga predeterminada como verdadera cuando no hay hechos que la demuestren, pero creo que hay mucho de cierto en lo que ha explicado Gwen Olsen.
Entiendo que la industria farmacéutica necesite fondos para la investigación; pero creo que no tiene sentido que utilice a las personas como una parte más de esa cadena, sin más propósito que el enriquecimiento empresarial.
Parece ser que gracias a la publicidad, los laboratorios tienen el control de la opinión pública sobre la salud y la enfermedad. Como consecuencia, la industria farmacéutica obtiene unas ganancias millonarias. Que ciertas enfermedades desaparezcan está en manos de alguien a quien no le compensa hacerlo. Si lo hiciera, como argumenta el vídeo, estaría poniendo fin a su propio negocio. Es por esto que les salga más rentable fidelizar clientes de por vida que curar sus enfermedades en una sola dosis.
Me parece increíble que las personas nos hayamos convertido en simples objetos manipulados por determinadas empresas, es muy triste que el dinero tenga más valor que la propia vida.
Sandra F.
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