Generación tras generación las abuelas han formado parte importante en todas las familias. El trabajo que realizan las abuelas en nuestra sociedad está muy poco valorada. Veo a muchas en la puerta de los colegios haciéndose cargo de sus nietos, a los que tratan con un amor y cariño superior al que trataron a sus hijos, probablemente por falta de tiempo. Son afortunadas si pensamos que siguen en la sociedad de forma activa y se rejuvenecen llevando a sus nietos al cole, al parque, a las actividades extraescolares y además hacen nuevas amistades con otras abuelas. Esto está muy bien siempre y cuando no se las trate como asistentas sin sueldo, ya que tienen la oportunidad de seguir creciendo como persona.
A veces me dan mucha pena, porque ellas vivieron una guerra, la pérdida de seres queridos y tuvieron que luchar solas para sacar a sus hijos adelante. En algunos casos sus maridos fueron víctimas de la guerra y ellas tuvieron que educar, criar y trabajar para todos los componente de la familia que quedaron su cargo. Cuando paseo por las calles y los parques de mi barrio, veo a los abuelitos sentados en grupos mirando al resto de la gente con miradas tristes y perdidas en sus pensamientos, pero a la vez puedes intuir que sus vidas están llenas de historias y anécdotas que les gustaría contarnos, pero el problema es que tenemos mucha prisa y a veces no encuentran oídos que tengan tiempo para escucharlas. ¡Qué lástima! Porque nos perdemos tantas aventuras contadas de primera mano que nos sorprendería. Son historias y recuerdos de cuando estalló la guerra, como se conocieron nuestros abuelos, la relación que tenían con sus padres y hermanos, como se entendía la vida y los acontecimientos que pasaban. Me interesa ver fotos antiguas de familiares que no conozco e intento sacarle parecido con los actuales. Siempre es curioso ver fotos con trajes de la época en blanco y negro.
Nuestras abuelas han educado a nuestros padres para que ellos intenten transmitirnos valores importantes que nos puedan servir en la vida, pero esos valores van cambiando a lo largo de generaciones y los que antes eran muy importantes hoy ya no lo son. Nuestras madres trabajan muchas horas fuera de casa y cuando vuelven deben continuar con los hijos (aunque hoy día solo se tienen uno o dos), las tareas domésticas etc. Yo creo que las abuelas por su experiencia en la vida son más tranquilas que nuestros padres y no se alteran tan fácilmente. Su vida tiene otro ritmo y parece que sus relojes biológicos van a otra velocidad, pienso que por eso transmiten más paz. Normalmente las abuelas son muy solidarias con el resto de la familia e intentan ayudar todo lo que pueden, sobre todo en tiempos de crisis como hoy día.
de Silvia D.
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