Generación tras generación las abuelas han formado parte importante en todas las familias. El trabajo que realizan las abuelas en nuestra sociedad está muy poco valorada. Veo a muchas en la puerta de los colegios haciéndose cargo de sus nietos, a los que tratan con un amor y cariño superior al que trataron a sus hijos, probablemente por falta de tiempo. Son afortunadas si pensamos que siguen en la sociedad de forma activa y se rejuvenecen llevando a sus nietos al cole, al parque, a las actividades extraescolares y además hacen nuevas amistades con otras abuelas. Esto está muy bien siempre y cuando no se las trate como asistentas sin sueldo, ya que tienen la oportunidad de seguir creciendo como persona.
A veces me dan mucha pena, porque ellas vivieron una guerra, la pérdida de seres queridos y tuvieron que luchar solas para sacar a sus hijos adelante. En algunos casos sus maridos fueron víctimas de la guerra y ellas tuvieron que educar, criar y trabajar para todos los componente de la familia que quedaron su cargo. Cuando paseo por las calles y los parques de mi barrio, veo a los abuelitos sentados en grupos mirando al resto de la gente con miradas tristes y perdidas en sus pensamientos, pero a la vez puedes intuir que sus vidas están llenas de historias y anécdotas que les gustaría contarnos, pero el problema es que tenemos mucha prisa y a veces no encuentran oídos que tengan tiempo para escucharlas. ¡Qué lástima! Porque nos perdemos tantas aventuras contadas de primera mano que nos sorprendería. Son historias y recuerdos de cuando estalló la guerra, como se conocieron nuestros abuelos, la relación que tenían con sus padres y hermanos, como se entendía la vida y los acontecimientos que pasaban. Me interesa ver fotos antiguas de familiares que no conozco e intento sacarle parecido con los actuales. Siempre es curioso ver fotos con trajes de la época en blanco y negro.

de Silvia D.
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