lunes, 4 de marzo de 2013

Te voy a contar un cuento...


Todos conocemos el cuento de Caperucita roja. Cuando éramos pequeños seguro que alguien nos lo contó. Trata de una niña que va a visitar a su abuelita y por el camino se encuentra con un lobo… lo que pasa a partir de aquí ya lo sabemos todos.

Pues bien, ¿Alguien ha oído la versión del lobo?, ¿alguien se ha preguntado que pasó con el pobre animal?.
Algo me hizo recapacitar el otro día sobre el cuento, pero desde el punto de vista del lobo, que se defiende así de todas las acusaciones.
Había una vez un lobo que vivía feliz en su bosque grande y verde. Tenía flores de todos los colores y animalitos con los que cada día compartía saludos. Había también una casa en la que vivía una abuelita sola y que de vez en cuando recibía visitas de su nieta.
Era una niña que provocaba en el lobo cierto miedo, pues se paseaba por el bosque arrancando sus flores. Con sus cánticos asustaba a los animalitos que corrían despavoridos a sus guaridas. Para colmo se cubría la cabeza con una caperuza para que nadie pudiera reconocerla. Así que el pobre lobo andaba siempre escondiéndose detrás de los árboles esquivando su presencia. La niña era desobediente y consentida y su abuela siempre había comentado al lobo que a esa niña habría que dale un escarmiento. Así que la abuela y el lobo tramaron un plan. Un día el lobo la vio llegar y rápidamente se escondió y echó a correr a casa de la abuela para que ésta le dejara su camisón y se metió en su cama. Mientras tanto la abuela esperaba metida en el armario para darle una lección a su nieta y que aprendiera así a no confiar en todo el mundo.
Cuando la niña llegó a la casa y entró en el dormitorio, empezó a insultar al lobo diciéndole que tenía unos ojos y una nariz enormes, y para colmo lo que más le dolió al animal fue cuando se metió con su boca y sus dientes diciéndole que eran grandes y afilados. Claro, el pobre lobo se sintió muy ofendido ya que siempre había estado acomplejado con sus dientes, y cuando oyó todos estos insultos, se levantó de un salto de la cama y empezó a correr por toda la habitación hasta que encontró la puerta y se marchó para siempre. La abuela salió de su escondite y lo demás ya sabemos todos como ocurrió.
Siempre tenemos que escuchar a todas las partes involucradas en un conflicto  antes de dar nuestra opinión si no queremos meter la pata.

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Muy bien, aunque hay mucho material sobre "cuentos al reves". Las perspectivas son múltiples.

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