lunes, 10 de junio de 2013

DIOS HA MUERTO


Esta expresión, acuñada por el gran filósofo Nietzsche, ha dado la vuelta al mundo, y cada uno la ha interpretado como ha querido o como ha podido. Nietzsche era ateo, por lo que no tiene mucho sentido que admita la existencia de Dios diciendo que ha muerto, porque si algo muere, significa que ha existido antes.
Durante miles de años, la mayoría de la gente ha creído en Dios, o ha querido creer en él. Desde mi punto de vista, porque todo es más fácil así. Por ejemplo, si te sucede algo bueno, es un milagro que te ha concedido Dios por ser bueno; si pasa algo malo, es un castigo de Dios porque has hecho algo malo, pero él  te quiere y por eso te prueba y te demuestra que lo que has hecho está mal. Así no había que hacerse preguntas, simplemente la vida consistía en atribuir todo lo que nos sucede a un ser superior, sin pararnos a pensar el por qué verdadero de las cosas.
A partir de un momento en la historia de la humanidad, un momento en el que las personas son menos controlables, y los estudios están más generalizados, al menos en los hombres, se empezó a cuestionar la figura de Dios. 

Las ciencias permitieron dar explicación a muchos fenómenos que se atribuían a la acción de Dios, por ello, se hizo más difícil creer en algo que en realidad no hace nada de lo que se supone que tendría que hacer. Cuando la gente empezó a distanciarse de Dios y a hacerse más independiente de él, apareció Nietzsche con su gran cita: "Dios ha muerto". 

Claro que ha muerto, no para todos, pero para la gran mayoría sí. Muchos se planteaban su existencia, y otros muchos ya la habían descartado, por lo cual las personas decidieron enfrentarse a la realidad y dejar de respaldarse en algo dudoso, algo cuya existencia era imposible probar. Es cierto que la vida se hace más difícil al pensar que cuando un ser querido muere no va al cielo, sino que se pudre bajo tierra, también es difícil pensar que las personas malas sí existen, y también se hace difícil pensar que hemos sido marionetas de la Iglesia durante muchos años, pero esto ya es otra historia.
Aplicando esta cita a nuestros días, no podría ser más cierta. Si observamos los datos en España, sorprende ver que aún el 73% de la población sea católica, pero tiene una simple explicación: la gente mayor. Los abuelos y abuelas, a nada que te fijes, ves que tienen siempre una estampita, un colgante de la virgen, etc., todo esto tiene que ver con la época franquista, en la que se inculcaba la religión católica desde temprana edad. También llama la atención el 15% de personas ateas, que cada vez son más. 

En unos veinte años, apuesto a que la situación cambiará radicalmente, porque cada día hay más gente que se desengaña. Tampoco defiendo a esas personas que aseguran que no piensan en eso, si no piensas en eso significa que no tienes inquietudes, que no tienes racionalidad. Es una característica humana el preguntarse el por qué de todo lo que está a nuestro alrededor y la validez de las ideas que nos imponen o que otros tienen impuestas.
Después de esto, animo a todas aquellas personas que no hayan pensado nunca en la existencia de Dios a que lo hagan y que disfruten un rato de sus características humanas, que para algo las tenemos.

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