miércoles, 5 de junio de 2013

No es lo mismo torear a ver los toros desde la barrera.


                         



Este fin de semana he ido al pueblo a ver a mi abuela. Ya está muy mayor y a mi tío, que hasta ahora era el que se hacía cargo de ella, ya no se ve capaz de seguir haciéndolo él solo, puesto que a mi abuela apenas puede andar,y encima tiene alzehimer, por lo que resulta muy difícil y cansado cuidar de ella.

Sus hijos, después de pensarlo mucho tomaron la decisión de llevarla a una residencia, donde pudiese ser atendida por profesionales que sepan como hacerlo y donde pudiese estar atendida las 24 horas del día.

Para ellos, el tomar esta decisión les costó mucho, puesto que es su madre, y aunque saben que está mal, que su esperanza de vida ya es corta y que debido a su enfermedad el estar con ella todo un dia acaba quemándote, el dejarla en una residencia les es duro, ya que no saben como va a ser atendida, que puede pensar en sus momentos de lucidez sobre ellos y que parece que lo que están haciendo es librarse de una carga y se la quitan de encima.

Las hermanas de mi abuela no se han tomada nada bien esta decisión. Desde que se enteraron no han hecho nada más que criticar a mi madre y a mis tíos, se han enfadado con ellos y han ido por el pueblo haciendo comentarios fuera de lugar. Hace un par de días una de ellas fue a visitar a mi abuela por las mañana, cuando mi tío la estaba levantando . El hizo un comentario de que se había vuelto a hacer caca encima, a lo que la hermana le contestó: " Pues pensara para lo que me queda en este convento, me cago dentro" y a continuación salió llorando de la habitación. A mi tío este comentario le hizo mucho daño, puesto que para él no era un placer dejarla en la residencia, y lo que menos necesitaba en ese momento era alguien que le hiciese dudar sobre lo que iba a hacer. 

El que hacer con mi abuela era una decisión que debían tomar mis padres, la cual no fue aceptada por las hermanas de mi abuela, pero estas tampoco hicieron nada por ayudarla. Nunca se ofrecieron a ir  lavarla, ni a sacarla a pasear, ni a acostarla o levantarla, ni a darla de comer, y aún así fueron capaces de criticar la decisión tomada por sus hijo.

Es muy fácil criticar las cosas vistas desde fuera, pero desde dentro no es tán fácil. Cuando tomas una decisión, lo haces de la mejor forma posible, la que te parece la más adecuada de todas y confías en que has hecho lo correcto. Cuando se critica las acciones de los demás hay que tener esto en cuenta, y `ponerse en el lugar de la otra persona y reflexionar sobre los motivos que ha tenido para poder hacerlo. Las críticas no cambian nada, para cambiar algo hay que actuar. Además de que no hay motivo para hacer daño a un persona sí.

de Andrea E. 

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