8 de marzo: Día Internacional de la Mujer.

           

Hasta mediados del siglo XX las mujeres estaban infravaloradas con respecto al hombre, estaban delegadas al trabajo doméstico y a criar y cuidar de los hijos. Se pensaba que no estaban capacitadas para hacer ninguna tarea que conllevara trabajo físico, debido a que siempre se las ha considerado un ser inferior. Pensad que las mujeres no podían abrir una cuenta en el banco, comprar un piso, heredar, votar...  esto lo debían hacer los hombres. También estaba mal visto que estudiaran ciertas carreras, que se sacaran el carnet de conducir o que trabajaran en ciertas profesiones. Esta situación se ha dado en España hasta bien entrado el siglo XX.

El origen del Día de la Mujer viene dado por un hecho ocurrido el día 8 de marzo de 1908, en el que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York, llamada Cotton, declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. Este cerró las puertas y la prendió fuego, muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que se encontraban en el interior.

El objetivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora es el de la búsqueda de la igualdad y de la no discriminación hacia la mujer.

En el año 1911, se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.

El 8 de marzo de 1917 se celebró por primera vez el Día internacional de la Mujer Trabajadora, promovido por Alexandra Kollontai que consiguió el voto para la mujer y la legalización del divorcio en la Unión Soviética. En España se celebró por primera vez en 1936.

En el año 1975 la ONU comenzó a celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Dos años más tarde, la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. La adhesión de este día por parte de la  ONU fue un paso clave para oficializar esta jornada de defensa de los derechos de la mujer.

Hoy en día ya no se llama Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se ha cambiado el nombre dejándolo simplemente en Día Internacional de la Mujer, el "trabajadoras", se quitó debido a que las mujeres también trabajan en casa. 

Es importante saber, que por lo que luchamos las mujeres, no es por ser igual que los hombres, como muchos de ellos piensan, las mujeres no quieremos ser físicamente como un hombre, ni fumar y beber como un hombre, ni hablar como un hombre, ni trasnochar como un  hombre.  Las mujeres no queremos acceder a la igualdad del hombre en todos los sentidos. Las mujeres queremos ser tratadas igual que los hombres, no somos ni mejores ni peores si no iguales, con los mismos derechos y oportunidades. 

Pensamos que el llamado "techo de cristal", es una barrera que existe que no es visible, pero que impide a las mujeres  acceder a cargos directivos, políticos, etc. Esta situación se da en ocasiones, al ser la propia mujer la que prioriza su vida personal a la profesional (hijos, marido...).

Para poder llegar a que la mujer se desarrolle libremente en igualdad de condiciones, debemos reivindicar la corresponsabilidad. El término "ayuda" en las tareas domésticas está mal utilizado. No se necesita apoyo para realizar las labores de la casa. Es necesario que cada miembro de la familia se responsabilice de una parte del trabajo doméstico.

Si se da la corresponsabilidad, se facilitará la conciliación de la vida familiar y laboral. Este termino se refiere no solo al trabajo y la familia, se debe conciliar también el tiempo libre y el acceso a aquellas actividades que pertenecen a lo lúdico. Debemos pensar que una persona, hombre o mujer, tiene que desarrollar sus intereses culturales, deportivos, sociales, etc. Esto va a beneficiar a cada uno de los miembros de la familia. Si las personas están satisfechas con su vida, la "tensión del día a día" disminuye y fomentará buena harmonía      
en el hogar.

Por último, pero no por ello menos importante, hay que señalar que la celebración del "Día de la Mujer" puede suponer una discriminación positiva, puesto que no hay "Día del hombre". Creo que con el paso del tiempo y la consecución real de los derechos, la mujer se igualará al hombre y no será necesario que se de esta discriminación.

Pienso que está bien que se apoye a las mujeres, puesto que hoy en día sigue habiendo muchas diferencias entre hombres y mujeres, tanto salariales (en un mismo trabajo un hombre cobra más sueldo que una mujer),  laborales (puestos de trabajos a los que una mujer por el hecho de serlo no pueden acceder a ellos), sociales (que esté mal visto que la mujer no pueda salir y divertirse sin su marido), etc. Habrá un día en el que no sea necesaria la discriminación positiva a favor de las mujeres, por lo que estaremos cerca de conseguir una igualdad total con respecto a los hombres.

Cuando todo esto ocurra habremos realizado una importante tarea, ya que dependerá en gran medida de la educación y de los valores que trasmitamos. Esto se debería trabajar en varios ámbitos, colegios, institutos,   y en la sociedad en general. Pero considero que la principal transmisora de los valores es la familia. Por tanto debe ser ahí donde se de una Educación  en Igualdad.

Andrea