Pienso que las cosas son como las vemos, como las sentimos y dependiendo de nuestro punto de vista y de nuestra subjetividad las interpretamos de una forma o de otra. Y cada uno las ve y las siente de una manera diferente.
Entonces ante un mismo hecho, quién tendría razón. Pues yo creo que todos y ninguno, porque cada uno tiene su verdad.
Tener distintos puntos de vista es bueno y además enriquece, y los distintos puntos de vista, como he dicho antes, dependen de nuestro historial, de nuestras vivencias, de nuestras experiencias, e incluso de nuestra edad y es importante tener en cuenta que cuando se discute nadie tiene más razón que otro o lo que es lo mismo no es mayor verdad la de uno que la de otro. Por poner un ejemplo, ante un mismo examen o una misma nota, está el punto de vista del profesor, el punto de vista del estudiante, unos pueden estar satisfechos mientras otros se sienten decepcionados.
Incluso, con el paso del tiempo, todos habremos comprobado alguna vez, que cambiamos nuestro punto de vista. Por ejemplo, la opinión que tuve de Granada cuando la visité hace años con mi familia es diferente a la que tuve el año pasado cuando fui con el equipo de baloncesto porque la veía desde otro punto de vista.
O ante una situación como la actual, hay muchas personas que no han sido partidarias de hacer huelgas ni manifestaciones y con el paso del tiempo y las nuevas experiencias llegan a hacerlas y son partidarias de las mismas. Nuestra historia nos va “marcando” y vemos todo desde esas “marcas”.
Por lo tanto no hay una única manera de ver las cosas, no hay una única verdad, estamos condicionados por nuestra particular perspectiva, nada es totalmente blanco o negro.
“TODO DEPENDE DEL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRE” (Campoamor).
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