Prácticamente desde que nacemos, todos los seres humanos tenemos pasiones, sueños que deseamos con ansia cumplir pero que los vemos tan imposibles que no luchamos por ellos y los damos por perdidos.
La pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo.
Desde mi experiencia, la más significativa de mis pasiones es el baile o la danza. Desde pequeñita me gustaba bailar, me apunté a todas las academias que podía, estaba a todas horas con mis amigas en la calle inventándonos coreografías, preparando espectáculos para que fueran a ver nuestros padres y vecinos , soñaba con convertirme en una gran bailarina...
La sensación de que el tiempo vuela, las preocupaciones se esfuman, esa que hace que te sientas feliz , relajada y te ayuda a expresar todos tus sentimientos, son unas de las muchas cosas que experimento cuando bailo.
Con el paso del tiempo veo la realidad y elimino la idea de dedicarme a lo que verdaderamente me gusta, el baile, pienso que es algo difícil y prácticamente imposible, y me da rabia...
Muchas personas me preguntan que querrías estudiar o hacer y siempre les respondo: no tengo ni idea, cuando en realidad sí se lo que me gustaría y lo que quiero.
Pero últimamente reflexiono y me doy cuenta que no es una idea tan absurda. Veo a todas esas personas que han conseguido su sueño, sin ir más lejos mi profesora de baile es mi ejemplo a seguir. Ella tenía claro desde un principio cual era su meta y me anima mucho en ese sentido.
Por ello, me debería cuestionar si verdaderamente deberíamos intentar cumplir nuestro sueño aunque parezca inalcanzable y no desecharlo solo por miedo a fracasar.
¿Por qué no probar? Por lo menos cuando pasen los años no nos echaremos en cara que no lo hemos intentado. Muchas veces fallaremos, pero siempre podremos elegir otro camino que nos lleve a la felicidad.
Sara.L
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