domingo, 5 de mayo de 2013

"¿Tú ves al resto de la gente haciendo eso?"


El otro día, mientras estaba sentada en un banco un viernes por la tarde, disfrutando de la libertad que precede al fin de semana, pasaron delante de mí un niño y su madre. Esta última, con expresión enfadada, le decía a su hijo: "¿Acaso tú ves al resto de la gente haciendo eso?" El niño, perdido en la inocencia de quienes aún no distinguen entre resignación y rebeldía, miraba a su madre sin comprender.
Me paré a pensar en la escena en cuanto se hubieron alejado. ¿Por qué? ¿Por qué desde que somos pequeños, el mundo en el que vivimos, nuestras familias y nuestros profesores, nos empujan a comportamientos que están previamente determinados y ligados a la sociedad en la que vivimos? ¿No es acaso nuestra percepción crítica la que deberíamos utilizar para escoger nuestros hábitos? ¿Nuestros vicios y virtudes? No es de extrañar que, utilizando con los niños estos "argumentos de generalización", estos se vean afectados al llegar a la adolescencia, periodo en el que se define y perfila nuestro carácter, por las ataduras a los determinados modelos de comportamiento.

Los adultos han sido y serán siempre ese 'ídolo' o modelo al cual en la primera infancia, los niños acudan en busca de respuestas. Yo, por ejemplo, cuando era pequeña y les formulaba preguntas a mis padres, no descansaba hasta que estos abandonaban el consabido 'porque si' y se avenían a explicarme el verdadero 'por qué' de las cosas. Con tan pocos años, por supuesto, no era capaz de distinguir entre argumentos verdaderos, y falacias, pero aún así todo ser humano siente esa necesidad intrínseca de buscar respuestas a sus preguntas.

El sentido crítico de mis padres y el sentido crítico que yo, como adolescente, estoy en proceso de desarrollar, debería ser el punto de partida de todas mis reflexiones. No deberíamos calificar algo de "bueno" o "malo", simplemente basándonos en el "¿tú ves al resto de la gente haciendo eso?" sino en ciertos valores morales humanizantes, que nos lleven a formular juicios reales.
Paula D.

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